12/06/09: Iniciamos HOY una nueva sección en nuestra web, con la que pretendemos dar salida a las dudas e incertidumbres que rodean el tema de los alimentos transgénicos .
El problema de los transgénicos es muy complejo. El planeta es ya transgénico y pensamos que todo se ha manipulado en silencio y a espaldas de la ciudadanía. Se han manipulado los animales de consumo así como las semillas. De ahí que nada esté funcionando apropiadamente en la naturaleza. Nadie habla de las modificaciones que estas semillas producen en la tierra, pero tampoco se habla de las alteraciones que producen en los metabolismo de quiénes las comen, sea estos seres humanos o animales.
Para comenzar, nada mejor que contar con la información necesaria para establecer un criterio lo más aproximado posible a esta controvertida temática.
Pretendemos, en este espacio, dar a conocer toda la información posible sobre la manipulación genética en las plantas y animales. En Calalberche.org pensamos, a la vista de la información disponible, que no es una forma correcta de producir alimentos saludables. Todavía no esta del todo demostrado, en el ambito científico, si la manipulación genética aporta más beneficios o perjuicios.
Esperamos que este espacio os ayude a forjar una opinión objetiva y sólida sobre los alimentos y animales transgénicos.
Según figura en la WIKIPEDIA, los alimentos sometidos a ingeniería genética o alimentos transgénicos son aquellos que fueron producidos a partir de un organismo modificado genéticamente mediante ingeniería genética. Dicho de otra forma, es aquel alimento obtenido de un organismo al cual le han incorporado genes de otro para producir una característica deseada. En la actualidad tienen mayor presencia alimentos procedentes de plantas transgénicas como el maíz,la cebada o la soja.
La ingeniería genética o tecnología del ADN recombinante es la ciencia que manipula secuencias de ADN (que normalmente codifican genes) de forma directa, posibilitando su extracción de un taxón biológico dado y su inclusión en otro, así como la modificación o eliminación de estos genes. En esto se diferencia de la mejora clásica, que es la ciencia que introduce fragmentos de ADN (contiendo como en el caso anterior genes) de forma indirecta, mediante cruzamientos dirigidos. La primera estrategia, la de la ingeniería genética, se circunscribe en la disciplina denominada biotecnología vegetal. Cabe destacar que la inserción de grupos de genes mediante obtención de híbridos (incluso de especies distintas) y otros procesos pueden realizarse mediante técnicas de biotecnología vegetal que no son consideradas ingeniería genética, como puede ser la fusión de protoplastos.
No obstante, figura al principio del articulo un advertencia que nos dice: El artículo no tiene una redacción neutral y necesita fuentes o referencias que aparezcan en una fuente acreditada. Por tanto hay que leer con cierta cautela la definción que aparece en la Wikipedia acerca de los OGM o transgénicos.
07/01/2010: (Fuente original) - Científicos franceses han demostrado que el consumo de alimentos modificados genéticamente conlleva importantes riesgos. Entre las variedades investigadas de maíz: MON810 (Monsanto)
Los investigadores de la comisión para la investigación e información independiente sobre ingeniería genética CRIIGEN, evaluó en sus estudios los riesgos para la salud de tres variedades de maíz modificado genéticamente.
Los descubrimientos de los científicos son alarmantes. Experimentos en los que se alimentó a ratas con este maíz muestran: que las variedades MON810, MON863 y NK603 producían cambios serios en los valores sanguíneos del hígado, riñones y en los órganos del cuerpo responsables de filtrar toxinas y deshechos. También se veían alterados el corazón, bazo, glándulas suprarrenales, el peso de los distintos órganos y el peso total de los animales que consumieron maíz de la variedades modificadas genéticamente. Asimismo, hubo cambios en los hemogramas y mal funcionamiento de las funciones metabólicas.
Esto plantea nuevas dudas sobre la entidad reguladora europea, la EFSA. La agencia calificó todas las variedades de maíz como inocuas y se negó a admitir resultados de un estudio similar en 2007. Además, los estudios internos del gigante de la biotecnología, Monsanto, serán cuestionados expresamente por los investigadores: Al parecer, Monsanto encubrió los riesgos, que han sido descubiertos gracias a los investigadores franceses.
La hibridación entre especies sexualmente compatibles, para obtener los rasgos genéticos deseados, ha interesado a la humanidad desde sus inicios. La 'fabricación' de plantas transgénicas rompe con la tradicional selección mendeliana, puesto que inserta genes específicos radicalmente extraños al organismo en el que se implantan. Estos nuevos genes de laboratorio, que no han existido nunca en miles de millones de años de evolución natural, están siendo liberados en el campo e introducidos en las cadenas alimenticias humanas y animales.
Todos hemos escuchado alguna vez que los transgénicos son perfectamente inocuos y están sujetos a unas regulaciones muy estrictas; que son buenos para la biodiversidad, incrementan la producción y reducen el uso de pesticidas, e incluso que servirán para acabar con el hambre en la Tierra. Sin embargo, un recorrido por las investigaciones más sobresalientes y por los acontecimientos de los últimos años en este campo, nos conduce hacia otro tipo de conclusiones bastante diferentes.
La mayoría de los cultivos manipulados genéticamente son tolerantes a un amplio espectro de herbicidas, o están preparados para producir su propio pesticida (toxinas 'bt' de la bacteria Bacillus thuringiensis), para acabar con las plagas de insectos. El año pasado Michael Meacher, ministro de medio ambiente responsable de la introducción de estos cultivos en el Reino Unido, expresaba su horror al tener conocimiento de que una variedad de mostaza silvestre había desarrollado resistencia a los herbicidas, como consecuencia de su polinización cruzada con cultivos de colza transgénica. Reconocía que había sido una decisión equivocada, ya que es imposible garantizar a quienes practican una agricultura convencional u orgánica, que sus cosechas están protegidas frente a contaminaciones cruzadas.
Un trabajo de la Universidad de California publicado en 'Nature' (Noviembre del 2001) confirmó la presencia e introgresión de ADN transgénico en las variedades de maíz tradicional que crecen en las lejanas montañas de Oaxaca (Méjico), área perteneciente al centro de origen y diversificación de este importante cultivo. En las conclusiones, los autores exponen su preocupación por el futuro de la producción alimentaria sostenible. Otro estudio de la Universidad de Nebraska (1999) reveló que las variedades de soja transgénica tolerante a herbicidas producen el 6,7% menos de cosecha, mientras que requieren entre 2 y 5 veces más herbicidas. La contaminación genética no tiene barreras y sus efectos son impredecibles. En un reciente informe de la Universidad de Jena (Alemania), los experimentos de campo mostraron que los genes modificados pueden ser transferidos vía polen hasta las bacterias y levaduras del aparato digestivo de las larvas de las abejas. Este estudio demuestra que la transferencia genética horizontal es un riesgo real. Las abejas pueden alimentarse a varios kilómetros de las colmenas y el problema no acaba con la contaminación de la miel por el polen transgénico.
Aparte de contaminar los ecosistemas e incrementar el uso de herbicidas, los transgénicos pueden reducir la biodiversidad y poner en riesgo la salud alimentaria. Las toxinas 'bt' son letales para insectos beneficiosos como la mariposa Monarca (publicado en 'Nature', 1999) y reducen la abundancia de heterópteros, abejas, aves y carábidos predadores. Una investigación de Stanley Ewen y Arpad Pusztai publicada en octubre de 1999 en la prestigiosa revista 'The Lancet' reveló que la ingestión de patatas modificadas genéticamente duplica el espesor del estómago y altera las células de la mucosa intestinal de las ratas.
Por otra parte, en varios países se ha demostrado que estos cultivos pueden tener un impacto económico-social negativo. El caso de Argentina, segundo productor de soja transgénica resistente a herbicidas, es paradigmático. Entre 1971 y el 2004 su producción, destinada especialmente a la exportación hacia los países del norte como pienso para el ganado, se ha multiplicado por 300, está desplazando a los cultivos tradicionales y a la ganadería extensiva del país y ha expulsado del campo a miles de pequeños campesinos, lo que ha agravado la crisis de pobreza. Mientras, el consumo del herbicida glifosato se ha multiplicado por 10 en los últimos ocho años y está afectando al equilibrio natural y a la vida microbiana del suelo, originando problemas de descomposición de la materia orgánica y amenazando el futuro productivo de muchas regiones.
En septiembre del 2000, 826 científicos de 84 países publicaron una carta abierta dirigida a los gobiernos, solicitando la suspensión de todas las liberaciones al medio ambiente de estos productos, por ser peligrosos y contrarios a la utilización ecológicamente sostenible de los recursos. En diciembre del 2005, 71 organizaciones de consumidores, agrarias, ecologistas y ganaderas españolas, entre las que se encontraban COAG, UPA CECU, FACUA Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción, remitieron un escrito al presidente del Gobierno expresando su preocupación por su política en materia de Organismos Modificados Genéticamente.
Desde la primavera del 2004 las etiquetas de los alimentos deben indicar si contienen algún componente que ha sido manipulado genéticamente. Pero siempre que supere el 0,9% en su composición, ya que por debajo de este valor su presencia se considera accidental y no se especifica. Como puede comprobarse, la trazabilidad es una ficción. Los transgénicos están en nuestros campos y en nuestra mesa: en cualquier supermercado encontramos tomate frito, mayonesa, postres precocinados e incluso alimentos para bebés con almidón modificado. Ningún organismo oficial advierte sobre esta contaminación genética insidiosa, de imprevisibles efectos, impuesta sin la necesaria reflexión y debate en una materia trascendental para la supervivencia humana como es la alimentación.
Autor del artículo: Alfonso Balmori Publicado en www.nortecastilla.es, diario digital de Castilla y León, España. Publicado en nuestro sitio el 19 de junio de 2009. Se reproduce únicamente con fines informativos y educativos
12/06/09: ¿TRANSGÉNICOS CONTRA EL HAMBRE EN EL MUNDO?
¿Ayudarán los transgénicos a erradicar el hambre de nuestro planeta? Algunos científicos opinan que el uso de semillas transgénicas es la solución. Lo cierto es que hoy en día persisten las dudas sobre las consecuencias sanitarias de los transgénicos.
Se calcula que para el 2025 seamos 8.000 millones de habitantes en el mundo. Alimentar a semejante población es todo un reto y algunos intentan vendernos las semillas transgénicas como una de las posibles soluciones al hambre del planeta. Así opinan científicos como Pilar Carbonero, bioquímica e ingeniera agrónoma que, en un medio de comunicación guipuzcoano, afirmaba que la agricultura biológica es un capricho de niños ricos. Carbonero también sostenía que todos los riesgos achacados a los transgénicos existen desde el nacimiento de la agricultura, hace 10.000 años.
En muestra opinión, puede ser demasiado arriesgado comparar los cambios en mejora genética de los últimos 20 años con los producidos en los últimos diez mil. Es evidente que los grandes cambios se producen ahora, tanto en el clima como en la mejora genética.
Por ejemplo, la media de emisiones de carbono de un estadounidense es ahora de 5.500 kilos al año, mientras que en los últimos diez mil años ha sido de 35 kilos.
En lo que respecta a la mejora genética, los cambios también son ahora brutales. Como muestra un botón, la doctora en Ciencia Animal Temple Grandin relata en su libro "Interpretar a los Animales", la reciente aparición en granjas avícolas americanas de gallos que, en su "mejora genética", han perdido el hábito del cortejo y cuando ven una gallina la atacan y la matan.
También la aparición en las granjas de pollos con las patas rotas por el excesivo peso, es una consecuencia de la mejora genética. Estas consecuencias son inéditas en la historia de miles de años de ganadería. Jamás han existido pollos asesinos ni pollos cojos en los procesos de mejora de razas avícolas.
Respecto a los organismos genéticamente modificados, existen indicadores que señalan nuevos efectos colaterales de las semillas transgénicas. México, cuna del maíz, tuvo que soportar la bio-invasión en sus cultivos tradicionales de genes extraños introducidos por las exportaciones de los Estados Unidos.
El peligro de la desaparición de la biodiversidad y la pérdida de fertilidad del suelo son consecuencias colaterales de la agroindustria que representan los transgénicos. Una agricultura que ya ha convertido cientos de hectáreas de suelo fértiles de los valles de California en eriales. Sin ir tan lejos, se calcula que el 16% del suelo agrícola de Andalucía se ha perdido como consecuencia de la agricultura industrial.
Asimismo, hoy persisten las dudas sobre las consecuencias sanitarias de los transgénicos, a pesar de que multinacionales como Monsanto oBayer miran con malos ojos las precauciones que hemos tomado más de 50 regiones europeas, incluida la CAPV, al prohibir el cultivo de dichas semillas. Estos cultivos han crecido un 20% en 2004 respeto a los años anteriores y hoy los alimentos que todos consumimos tienen ingredientes genéticamente modificados.
Pese al desarrollo y extensión de los OGM, soja, arroz, maíz y trigo, fundamentalmente, y sus supuestas bondades, la cantidad de personas que padece hambre pasó de 834 a 852 millones entre 1995 y 2002. El objetivo del Milenio, reducir el nivel de pobreza de 1990 a la mitad en 2015, empieza a ser una quimera.
El hambre en el planeta no se soluciona con la agricultura transgénica que representan lo países ricos, sino con la eliminación de la deuda externa y con la soberanía alimentaria de los países en vías de desarrollo.
Los beneficios del libre mercado que defienden los grandes partidos de la derecha y de la socialdemocracia parecen concentrarse en las 691 personas más ricas del planeta, mientras que quien vive de la agricultura tradicional en los países en desarrollo sufre constantes agresiones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea, que protegen sus producciones y no permiten a lo pobres que definan su política agrícola.
Pero esta situación se puede agravar aún más si la Unión Europea impone sus acuerdos agrícolas a los países de África, Caribe y Pacífico para el 2008. Estos acuerdos harían competir al cerealero de transgénicos francés, que cosecha de promedio 1.000 toneladas de trigo por explotación, con el agricultor africano que apenas produce una tonelada de mijo biológico, cuando, además, el primero recibe unos 56.000 euros de ayuda directa y, el segundo, nada.
Hoy, las multinacionales propietarias de las semillas transgénicas, están dispuestas a conquistar los mercados externos y a marginar a la agricultura campesina. Se está destruyendo un modelo agrícola social y ecológicamente sostenible basado en pequeñas explotaciones familiares y concentrado en el mercado interno.
Frente a quien mantiene que la agricultura ecológica es un capricho de niños ricos, nosotros sostenemos que el capricho de los niños ricos es el de aumentar la cuenta de resultados de sus empresas, a costa de destruir personas y ecosistemas en países en vías de desarrollo, y que la mayor perversidad es hacerlo en nombre de la humanidad.
19/06/09: No lo Comas o Te Convertirás en el: ¡¡Hombre Transgénico!!
19/06/09: Esta es la aberración que los Ecologistas defienden, sin saber realmente el potencial de progreso que los Alimentos Transgénicos representan para la humanidad. Pero; realmente ¿que es la palabra tan famosa y sonante en nuestro tiempo?, ¿transgénico? Será el nombre de un nuevo veneno, o tal vez de una nave espacial que viajará a Marte o quizá de una nueva teoría social postmoderna. También podría imaginarse películas como las guerras de las galaxias, con sus espadas de rayo láser que les quedaría bien un nombre así: t-r-a-n-s-g-é-n-i-c-a. Pero realmente no es así, es un gran descubrimiento que para los biotecnólogos, es la puerta de entrada para un futuro mejor en el mundo, en el cual el hambre no volverá a existir, pero que por su lado los ecologistas ven a los alimentos transgénicos como uno más de los demonios salidos de la última película del exorcista.
Los alimentos transgénicos, no son más que el fruto de la manipulación genética de organismos, para poder producir plantas o animales con mejores resistencias para plagas, sequías o con mejoras en los nutrientes que producen y que son necesarios para el consumo humano o animal, además de retirarles sustancias tóxicas o que ocasionan alergias en el caso de los vegetales!!!!, pero en los animales que producen carne pueden tener una mejora tangible de la producción sin tanta inversión como hasta ahora, y esto redundaría en un costo más accesible para todas las personas, o los animales de producción de leche con una mejora en la calidad y cantidad de su producto con los mismos objetivos de la carne, así la mejora genética tiene un gran potencial que nos toca como bioingenieros desarrollar de una manera productiva y conforme al bienestar mundial, esta manipulación genética no es algo fuera de este mundo, es más, no es algo nuevo, ni algo futurista, las manipulaciones genéticas ya se han estado presentando desde hace mucho tiempo, como por ejemplo tenemos el proceso de injerto en arboles para la mejora de sus frutos uno de los clásicos productos que ya consumimos desde hace mucho tiempo es el limón sin semilla, que es producido por una manipulación genética, aunque la palabra manipulación genética se escucha como algo de avances tecnológicos del nuevo siglo, la tecnología empleada para producir este árbol, no es mas que un injerto con otro árbol de cítricos, y quien ha sufrido mutaciones, cáncer o alguna otra enfermedad que dicen los ecólogos con el consumo de este producto; aunque también en este tiempo poseemos una gran avance en la tecnología podemos ahora solo quitar el cromosoma que produce las semillas sin afectar ninguno de las demás propiedades que el limón presenta, y así obtener el limón sin semilla que buscamos, como se ve esta tecnología no es algo antinatural, ni se injertan cromosomas humanos o animales en los limones!!!!!!, eso son solo imaginaciones y miedos a los avances tecnológicos que nos están llegando, pero como todos los descubrimientos se nos hace cada día mas normal, y en un futuro inmediato esta tecnología será como todos los descubrimientos algo normal, como el caso de la luz eléctrica, el foco, el radio, la televisión, el rayo láser, los alimentos transgénicos, etc.
Para el doctor Fernando Monckeberg, médico y académico experto en el tema y artífice de la derrota de la desnutrición infantil en el mundo, "estamos ante una tecnología altamente segura, que ya se instaló en el mundo sin vuelta atrás".
"La gente debe saber -agrega- que los genes de una especie no son extraños a otra, ya que el proceso de transferencia genética entre distintas especies está sucediendo todos los días a través de virus y bacterias".
Según el académico, los cambios genéticos que se introducen en los vegetales tampoco son algo nuevo, ya que se vienen haciendo desde hace décadas a través de las hibridaciones o mezcla de plantas para mejorar su calidad.
El INTA(, el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile) afirma que entre los beneficios de los transgénicos están sus ventajas nutricionales, su mayor duración y el menor uso de pesticidas para obtenerlos!!!!. Agrega que las desventajas son hipotéticas, ya que éstas no están comprobadas. En todo caso, podría esperarse que estos alimentos provoquen alergia y resistencia a algunos antibióticos entre los consumidores. Los detractores de los Organismos Manipulados Genéticamente (OMG, como se les conoce mundialmente) usan los mismos argumentos, pero a la inversa: se acusa a estos alimentos "trabajados" a través de la ingeniería genética de ser nocivos para seres humanos y animales, de alterar el medio ambiente, de afectar el equilibrio entre especies, de provocar nuevas reacciones alérgicas y de contribuir a la muerte de los antibióticos .
Pero por su lado los bioingenieros que defienden como el autor la producción de los transgénicos nos emocionamos y nos motivamos con la posibilidad de desarrollar vacunas comestibles a partir de proteínas que podrían introducirse en ellos. De esta manera, los niños podrían ser inmunizados contra el cólera, la hepatitis B o la diarrea, comiendo una fruta en vez de recibir una inyección.
Pero realmente que es el peligro que los puristas y ecologistas tanto aborrecen y tanto critican los efectos a largo plazo que mencionan, por que no se ponen a ver la pobreza y la hambruna que existe en países como África y Asia en donde niños y mayores pierden la vida por no poder llevar a su casa el sustento alimenticio, ustedes creen que estas personas podrían estar mejor no comiendo alimentos transgénicos con unos posibles efectos dañinos y que muy muy posiblemente algún día causaran alguna imperfección en sus cadenas genéticas o que se mutarían sus células sabiendo que es mucho más peligroso en el caso de mutación de células el consumo del tabaco y otras drogas o el desecho de basura radioactiva, no estas personas tienen hambre y están muriendo de inanición dejemos entonces a los expertos tratar de combatir esta problemática que esta afectando a nuestra gente y a todo el mundo, los bioingenieros tienen las herramientas suficientes para poder modificar los problemas que por tantas generaciones nos han seguido y nos han perjudicado. Dejemos entonces trabajar a los expertos trabajar y crear un futuro mejor.. Que los ecologistas y puristas están quedándose cada vez sin sustento a sus demandas, mejor luchen contra los desechos radiactivos, las armas biológicas, las armas nucleares, la guerra y destrucción entre los países,!!!!!! pero no le quiten el derecho a comer a los necesitados, con la amenaza de que son alimentos que los convertirán en mutantes. Si estas personas tienen la posibilidad económica de poder escoger sus insumos diarios, ¡escójanlos! Pero no le quiten la comida a los necesitados, que para luchar contra su hambre estamos nosotros los científicos.
Este es un testimonio real, una voz que se escucha en casi todas las partes del mundo. "Tengo Hambre", y los alimentos transgénicos son la solución que los biotecnólogos proponemos, por favor puristas y ecólogos hagan conciencia y "déjenos trabajar" que tenemos las herramientas para solucionar esa petición de alimento que se escucha en el mundo, "déjenos trabajar".
Resumen artículo publicado en la facu.com por :
Oscar Preciado Flores-Facultad de Ingeniería Bioquímica Instituto tecnológico de Tepic-Bioingeniería